Frida Kahlo y el feminismo
Tabla de contenidos
- Cómo se creó el fenómeno
- Frida Kahlo y Diego Rivera
- El dolor en la obra de Frida Kahlo
- ¿Debería considerarse a Frida Kahlo un símbolo del feminismo?
La artista mexicana Frida Kahlo es y ha sido un icono feminista para el mundo entero. Pero, ¿Qué hay de cierto en la relación entre Frida Kahlo y el feminismo? ¿Cómo ha llegado a convertirse Frida en un símbolo?
Este es un debate muy extendido actualmente, porque al haberse convertido en un símbolo, se le han atribuido una serie de cualidades que pueden no ser del todo acertadas. En este artículo haremos un viaje por la vida y obra de Frida Kahlo e intentaremos llegar a una conclusión sobre si es correcto o no ensanzarla como figura del feminismo.
Cómo se creó el fenómeno
La fiebre de Frida Kahlo no tiene tanto que ver con su obra en sí, es más un fenómeno social y de marketing. Qué sorpresa, ¿no? Al final esto es algo recurrente, otro de los artistas con los que esto ha ocurrido es Van Gogh.
El caso fenómeno Frida Kahlo empezó en los años 70. Así que sí, después de su muerte. Ella muere en 1959 y en los años 70 se empieza a hacer muy conocida su obra. No es que antes no la conociera nadie, todo lo contrario, hizo exposiciones y vendía sus cuadros. Pero a pesar de ser famosa, en vida no fue una celebridad como podría serlo ahora.
La popularidad de Frida Kahlo fue creciendo con el tiempo y se debió a diferentes factores. En los años 70 empezó a conocerse más en Europa y, con el auge del movimiento feminista, muchas mujeres la tomaron como modelo por representar un tipo de mujer alejada de los roles tradicionales que se imponían.
En los años 70 era necesario un modelo de mujer alejado de la típica ama de casa, con lo que tomar a Frida Kahlo como referente fue un recurso bastante útil para el feminismo. Eso no significa que ella activamente en su momento se declarara feminista o hiciera acciones feministas, eso sería otro debate.
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En este punto, la figura de Frida Kahlo ya había calado a nivel internacional. Pero en los años 90 ocurrió algo que disparó la atención internacional hacia la artista mexicana. Y es que Madonna compró un autorretrato de Frida Kahlo.
Esto parece una tontería, pero el hecho de que una celebridad tan reconocida como Madonna diera reconocimiento a la obra de Frida Kahlo hizo que todo el mundo pusiera la atención en ella. El mercado del arte funciona por inversiones y si alguien tan famoso como Madonna compra una obra de esta artista, sus pinturas pasan a costar muchísimo más de lo que lo hacían antes.
Además, tenemos que sumarle a todo esto que México ha utilizado en muchas ocasiones a Frida Kahlo para exponer su valor cultural como país en el mundo. Esto es algo que se ha realizado sobre todo con exposiciones en Estados Unidos.
De esta forma, paulatinamente, Frida Kahlo se ha convertido en un símbolo para muchísima gente.
Frida Kahlo y Diego Rivera
Actualmente hay mucha crítica hacia la consideración de Frida Kahlo como una figura feminista, pero yo pienso que se tiene que observar bajo las necesidades de cada época. Con nuestra concepción actual del feminismo vemos a Kahlo como una mujer dependiente emocionalmente de Diego Rivera, un hombre 30 años mayor que ella, vertiendo su vida y su obra en él. Y muchas veces se le critica por ello.
Como ocurre con muchas mujeres artistas, el conocimiento sobre su vida es más extenso que el conocimiento sobre su obra. Y esto es algo que ocurre también con la artista mexicana.
La relación entre Frida Kahlo y el feminismo es muy curiosa. Lo cierto es que fue una mujer que se salió de los estándares femeninos de la época. No respondió a esta figura del ángel del hogar, encargada de cuidar únicamente a su marido y de sus hijos, y eso se tomó como un símbolo en el feminismo de los años 70. Pero lo cierto es que no lo hizo, principalmente, por que no pudo.
Cuando era muy joven tuvo un accidente de autobús que le partió la columna vertebral y a causa de esta lesión tan severa, no pudo tener hijos. Lo intentó muchísimas veces, pero siempre terminaba en aborto. Un ejemplo del sufrimiento que le suponían estos abortos reiterados es el cuadro Henry Ford Hospital o La cama voladora (1932), donde se ven todos los elementos traumáticos que la llevaron aquella situación. Esta es una de las obras más importantes de Frida Kahlo.
Aquí se puede ver la influencia de los exvotos mexicanos, que tuvieron mucho peso en el simbolismo de sus obras. Se muestra a Frida convaleciente, conectada con hilos rojos a todos los elementos traumáticos de su experiencia con el aborto. También aquí vemos la representación de las lágrimas, esa conexión con la Virgen de los Dolores a la que hace referencia en Diego y yo.
Frida Kahlo vivió por y para Diego Rivera durante años. Le acompañó en muchos de sus viajes por trabajo, le cuidó constantemente y le trató como se esperaba de una esposa. Fue en un momento más tardío en su relación cuando Frida Kahlo empezó a tomar más distancia e independencia, por asuntos personales y de infidelidades. Sin embargo, siempre siguió esta idea de fidelidad que se imponía de forma tan tradicional en el Mexico del siglo XX.
Esto se puede ver perfectamente en el autorretrato Diego y yo, que se vendió hace poco en subasta por 34,9 millones de dólares. Haciendo que esta sea la obra creada por una artista latinoamericana más cara de la historia. Y lo más curioso es que quien sostenía este título antes de Kahlo fue Diego Rivera con Los Rivales de 1931.
Y digo curioso, porque no deja de ser significativo que Frida Kahlo supere en muerte a Diego Rivera, quien tanto le hizo sufrir en vida. Es una narrativa que perfectamente podría haber escrito Taylor Swift. Ya veis que la realidad supera la ficción.
Diego y yo es, como todas las obras de Frida Kahlo, autobiográfica. La artista la realizó diez años después de haberse divorciado de Diego Rivera, quien todavía seguía presente en la vida de la artista. Y este autorretrato fue una forma de mostrarlo.
En la obra se puede ver el rostro de Frida Kahlo con la imagen de Diego Rivera en la frente, literalmente en su pensamiento. Como si no pudiera sacárselo de la mente por mucho que lo intentara. Y el retrato de él no es el de una persona normal, ya que tiene un tercer ojo, conectándolo con una especie de divinidad.
Lo de la divinidad no lo digo en vano, y es que la obra de Frida Kahlo está repleta de referencias al arte sacro. Ella misma era una gran coleccionista de exvotos, que son unas pinturas que se realizan después de que una persona se haya logrado curar de algo muy difícil, tratándolo como un milagro religioso. Estas pequeñas pinturas se realizan como ofrenda a la divinidad. Como ella misma sufría de una grave enfermedad, es muy normal que tuviera interés en los exvotos porque deseaba llegar a curarse algún día.
La profunda conexión con la religiosidad de puede ver en esta obra por la evocación a Nuestra Señora de los Dolores. Esta advocación de la Virgen María se la representa sufriendo por la pasión de Cristo, el asesinato de su hijo. Iconográficamente se representa a la Virgen María llorando, con unas lágrimas que se ven claramente en las obras que la representan. Este tema fue muy utilizado en el barroco.
Frida Kahlo no es que se esté identificando con la Virgen María, sino que simplemente utiliza los códigos religiosos para mostrar el dolor que le produce no poder sacarse la imagen de Diego Rivera de la cabeza. Es un dolor constante, que le aprieta tanto o más que el dolor físico al que se tenía que enfrentar a diario.
El dolor en la obra de Frida Kahlo
En toda la obra de Frida Kahlo hay referencias constantes a su biografía y esto hace muy difícil, por no decir imposible, hablar de su obra sin mencionar su experiencia vital.
Se ha hablado mucho de la Frida Kahlo surrealista, pero su obra no termina de encajar en esta vanguardia artística. Sí que es cierto que utiliza símbolos muy propios del surrealismo, así como ambientes oníricos. Sin embargo, los artistas plenamente surrealistas buscan una realidad alternativa, lugares fuera de lo cotidiano donde las normas conocidas no existen y cualquier cosa puede ser posible.
Frida Kahlo utiliza ciertos elementos de los surrealistas, pero la esencia, esta búsqueda de una realidad alternativa, no termina de conectar con ella. Y es que ya os lo he dicho, la obra de Kahlo es profundamente autobiográfica. Esto significa que los símbolos y los elementos que representa no están basados en algo irreal, sino que utiliza sus experiencias y, sobre todo, su dolor para comunicarse.
Ella no tenía pensado dedicarse a la pintura, pero fue después de sufrir el accidente de autobús antes mencionado que se lesionó la columna vertebral hasta el punto que tuvo que estar durante mucho tiempo en una cama. En la casa azul, que fue durante tantos años su hogar. Su idea de estudiar medicina no pudo prosperar y utilizó la pintura para lidiar con el dolor que sufría. Un dolor físico, pero también emocional, porque la frustración de querer pero no poder es una constante en su obra.
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¿Debería considerarse a Frida Kahlo un símbolo del feminismo?
Ha llegado el momento de las conclusiones y no es sencillo dar con una respuesta unilateral. Como decíamos al principio, Frida Kahlo se ha establecido como un símbolo y esto tiene poco o nada que ver con la persona que fue en la realidad. Lo más sensato sería contemplar el fenómeno de la fridamanía y la propia Frida Kahlo como dos cosas separadas.
Por una parte tendríamos a una artista que creó unas obras impresionantes y muy relevantes, a partir del dolor que se vio obligada a sufrir en vida. Y por otra parte tenemos un símbolo que se creó de forma completamente externa a ella y que comunica unos valores que no necesariamente ella poseía.
No sería justo juzgar a Frida Kahlo por no ser lo suficientemente feminista, o por haber llevado una vida poco ortodoxa para su época. Hay que reconocer su obra como valiosa a pesar de todo eso y valorar cómo su trabajo influyó en la historia del arte.
Si queréis conocer más sobre Frida Kahlo y el feminismo, su vida, obra y la diferencia entre la persona y la figura que se creó de ella en Hollywood, tienes que ver el video que te dejo a continuación.
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