¿Por qué las catedrales góticas son tan altas?
Tabla de contenidos
- La influencia del arte griego
- El arte de los emperadores romanos
- Aportes de la arquitectura y el urbanismo romanos
- Más curiosidades sobre los comienzos del cristianismo en la Antigua Roma
Seguimos con un recorrido por el arte en Europa y, habiendo pasado la era del románico, toca hablar de las grandes catedrales góticas. Tal y como dijimos en posts anteriores, las iglesias occidentales servían como núcleo social, aunque con la llegada del arte gótico serán el lugar donde admirar el esplendor celestial.
Francia y las grandes catedrales
Francia se convierte en este momento en el principal punto de mira. No es el único lugar donde se construyen catedrales ni el único donde el estilo gótico está presente, ya que es algo que terminará por inundar Europa entera. Sin embargo, es allí donde surge la técnica que lo cambiaría todo: el uso de arcos apuntados. Con ellos lograron que los muros de las iglesias y catedrales góticas fueran mucho más finos y que pudieran vaciarse de piedra para cubrirlos de grandes ventanales.
Estos ventanales mostraban escenas bíblicas y celestiales con colores llamativos que transformaban el espacio cuando la luz del sol los atravesaba. Así, los centros de culto pasaron de ser oscuros y toscos a gráciles e iluminados como un símbolo de la gloria celestial. Así se cambió también la forma de concebir la religión, que no se enfocaba tanto en el sufrimiento terrenal, sino que enfatizaba la gloria celestial y la iglesia como lugar de conexión con Dios.
Época de cambios
El siglo XIV fue época de grandes cambios sociales: las ciudades crecieron en tamaño, la vida urbana se desarrollaba más que en el campo y el comercio se constituyó como actividad económica principal. Esta idea chocaba con el feudalismo dominante hasta la época, ya que los habitantes de las ciudades estaban empezando a ganas dinero con sus comercios y, con ello, cierto poder.
Estos comerciantes se convirtieron en lo que hoy llamamos burguesía, una clase social al margen del clero y la nobleza. Este hecho de ganar riquezas al margen de los estamentos comenzó a generar una visión individualista muy fuerte que contrastaba con el sentimiento de comunidad anterior. Este sentimiento hizo que burguesía buscara una relación directa con la divinidad a la que veneraba, y es así como se empezaron a construir muchas capillas privadas en las residencias tanto de la nobleza como de la burguesía.
Devoción privada
Con esta voluntad de conexión directa en mente, la representación de la Virgen María se puso muy de moda, ya que el popular Pantócrator románico simbolizaba un Dios por encima del creyente que le reza. Por el contrario, la figura de la Virgen con el Niño en brazos evoca ternura y sentimiento de igualdad entre el creyente y la divinidad. No se buscaba un padre poderoso, sino una madre comprensiva.
A nivel técnico mantiene la rigidez del románico, aunque con una forma mucho más grácil. ha desaparecido y su forma es mucho más grácil. Un ejemplo bastante claro lo encontramos en la Anunciación de Lipo Memmi y Simone Martini, que muestra la expresión de sorpresa de la Virgen cuando el arcángel Gabriel le anuncia que será Madre de Dios.
¿Quieres saber qué catedrales góticas rompieron moldes?
Sin embargo, este sentimiento de individualidad hará que los artistas vuelvan a fijarse en la realidad que les rodea resurgiendo tiempo más tarde lo que llamamos el Renacimiento. Pero esto mejor lo dejamos para otro día. Mientras tanto, si te ha gustado el post pero quieres aprender más sobre arte gótico, pásate por el canal o échale un vistazo a este vídeo. ¡Nos vemos!